Junto con su gemelo, el Seven Seas Voyager fue construido en Chantiers de L´Atlantique (Francia), partiendo del casco del Mistral de la antigua compañía Festival.
El barco entra en servicio en 2001, y es el primero en el mundo en ofrecer solo camarotes con balcón, siendo “barco del año” en 2002. En el seno del grupo NCLH, el origen de la compañía viene de los hoteles de lujo en Radisson en 1992. Y recordamos los primeros pasos, cuando ponía en servicio un espectacular catamarán: el Radisson Diamond. Es un barco “all inclusive”, con todo incluido, y con una interesante relación calidad precio, y servicios de gran lujo.
Junto con el Voyager, con 48.000 toneladas y una capacidad para 684 pasajeros, fue sometido a ambiciosas reformas integrales para hacerlos todavía más hermosos. Cuando entramos en sus lujosas suites, sabemos que no es un producto cualquiera. Mini bar personalizado, baños de mármol, con productos L´Occitane, Champagne, fruta fresca, y flores de bienvenida, zapatillas, albornoz..etc; o en las suites más lujosas, detalles como prismáticos, máquinas de cafe Illy, amenities de Hermes, o puerto "dock" para Iphone y otros productos de Apple.
Un barco destacadamente refinado, con varias opciones gastronómicas gourmet. Desde el Compass Rose, y sus ingredientes frescos, preparados al momento. A la elegancia del Signatures, decorado en tonos amarillos y negros, y platos de Rosenthal Versace. Los tradicionales platos de una brasería, como el Prime7. O el italiano Sette Mari, muy diáfano y actual.